viernes, 24 de abril de 2009

YOKO & JOHN

“Three thousand miles…over the ocean…”
YOKO, LA MUJER DE JOHN
Ensayo reflexivo a modo de aclaración con ciertos matices de disculpa.



Pocos personajes han despertado tanta animadversión al fanático Beatle y tanta confusión, basada en la ignorancia, como aquella excéntrica artista conceptual japonesa que supo enamorar a uno de los personajes más influyentes del siglo veinte. Me refiero a Yoko Ono. Artista, autora, cineasta, cantante, compositora, feminista y pacifista, una “Bruja de tomo y lomo” como ella misma se definiría más tarde.

¿Por qué querer hablar de ella? ¿Por qué mencionarla a sabiendas de que es mal recibida en la mayoría de los círculos Beatle?

Porque se falta a la verdad en gran medida y se racionaliza su imagen muchas veces perturbadora, al colapso del reinado de los fabulosos cuatro. Definitivamente Ono fue mucho más que una simple intrusa en la vida de la banda. Más bien, fue la compañera necesaria para John en los momentos de oscuridad. Cuando el “satiricón” ya no valía el costo personal.


Oh! Yoko

¿Qué llevaría a esta reconocida aristócrata japonesa a fijarse en uno de los más controvertidos héroes de los 60’s?
En su Japón natal y rodeada de privilegios estudió en los mejores colegios destinados a hijos de familias de alta alcurnia. Con una vida de saltos entre Tokyo y New York, debido al trabajo de su padre, esta hija de banquero supo escindirse de sus privilegios y socializar con quienes para ese entonces eran los representantes de las ideas de vanguardia de su época. Su gusto por el arte la llevaría en un vuelo largo y dificultoso a los brazos de Lennon. Pero para eso tuvieron que pasar muchas cosas en la vida de ambos.

Esto no pretende ser una biografía de la artista nipona, más bien, un compendio de buenas razones para aceptar el aporte significativo que tuvo como mujer y esposa en la vida de Lennon, y de que forma, basados en algunos datos elementales, entender cómo influyó en el paso del “Beatle” a la “persona”.

YES

“Si hubiera dicho no o algo así habría salido disparado de ahí”. Así rememoraba John el encuentro a deshoras con la que sería posteriormente la musa inspiradora de mayor fuerza en la vida del cantante. Mientras encaramado en una escala miraba lupa en mano unas pequeñas letras en el techo. Fue en la famosa sala de exposiciones de avant-garde, la Galería Índica, donde un día de noviembre de 1966 sus vidas se cruzaron. Una tarjeta que le decía “Respira” fue el prólogo de un amor inconmensurable.

El arte definitivamente unía culturas y humores distintos, escenarios lejanos y oscuros, todo tomaba real magnitud ante sus ojos. La relación estaba destinada a ser observada y castigada por la opinión pública. Sin embargo. El amor pudo más.

Cynthia la esposa, Yoko la mujer

Definitivamente el espacio que la primera esposa de Lennon, Cynthia, ocupaba en la vida de John es a leguas poco trascendente en relación a Yoko Ono. Es verdad que lo conoció en la escuela de arte cuando John aún no era un Beatle, es verdad que le dio un hijo talentoso y supo ser una esposa en soledad. Lamentablemente John no llegó a corresponder su amor con la intensidad a que el artista se enfrentaría en el futuro. Cynthia fue su esposa, pero nunca su mujer, jamás la musa que tanto buscaba.
Ese rol lo cumplió a cabalidad Yoko, dejándose llevar por el espíritu indomable de John y participándole sus ideas de vanguardia.

Despertando ciertos escozores, debemos admitir que la vanguardia Beatle, en tanto a experimentación musical se refiere, era un nicho altamente explorado por Paul y en escasa medida George luego del viaje a la India. Sin embargo John no renunciaba al “viejo rock’n’roll” y su crecimiento como músico se vino a expresar en letras más profundas y personales. La llegada de Yoko trajo para si un aliciente para unir la vanguardia –esa misma que posaba una mosca sobre el cuerpo desnudo de Yoko para el grupo Fluxus- y la música. El Álbum Blanco es un reflejo de esta cohesión, “What’s the New Mary Jane” “Revolution 9” son muestras significativas del avance de John hacia la experimentación conceptual. Nuevamente la mujer odiada abría cauces desconocidos en el talento de John.

Dos Vírgenes



Más tarde vino la experimentación acústica de Unfinished Music 1 y 2 y su disco debut “The Fly” en 1971 experimentando toda la sicodelia perdida. Para que mencionar los alcances significativos en el fenómeno Punk de la Inglaterra de fines de los sesentas y comienzos de los setentas.
Eran dos vírgenes de experiencias reales, vírgenes de experiencias al límite, vírgenes de amor. La relación fue más que complementaria, necesaria. John expandías sus posibilidades y Yoko conocía el amor real. Todo gesto, por casual que fuera era significativo en sus vidas, incluso el famoso “Lost Weekend” que mostró a un John vulnerable y a una Yoko increíblemente madura –para mandarlo con una concubina- contribuyó a afianzar esta amalgama definitiva y única.
Las presentaciones en vivo, luego de la separación del cuarteto mostraban una pareja indisoluble. Invitar a John era invitar a Yoko. John y Yoko eran casi una marca registrada. El muchacho del río Mersey ya no estaba más solo en la vida.

Déjalo Ser

La imagen que embarga los pensamientos del fan promedio, es para esta época del fenómeno Beatle, era la de una mujer extraña metida en los estudios, violando el código de “No esposas” y distrayendo la escasa atención de John. Pero todo era confuso en aquel entonces, incluso la extraña edición del film. Yoko estaba allí porque de otra forma John jamás se hubiera sometido a la experiencia, era un bálsamo para él, aún cuando enredaba su relación con el resto. Definitivamente era quien lo alentaba a hacer “lo que quisiera” en un momento en que John ya había renegado del triunfalismo Beatle y necesitaba respirar aires nuevos.
Cada vez es más difícil definir si los Beatles hubieran seguido más años sin la aparición de Yoko en la vida de John, pero, si nos importara John de verdad, la duda sería ¿Hubiera John consolidado una felicidad esquiva sin Yoko? Me atrevo a decir que lo veo imposible.

Sra. Lennon

Siempre en el camino del conocimiento Beatle la primera reacción en contra de Yoko es de odio desconociendo los reales alcances de ese gran amor. Con los años y en la medida que nos interiorizamos en los caminos menos evidentes de la vida del músico y poeta enfrentamos con sorpresa que Yoko fue todo en su vida –en desmedro incluso de su hijo Julian y el pequeño Sean- Yoko era su norte, era el tema de sus canciones de amor, era su luz luego de largos años de juerga e inmadurez, Yoko era más que una usurpadora, más que un mal rato para la banda más influyente de todos los tiempos, era en definitiva la señora Lennon, Yoko, La mujer de John.

S.P. M. Reyes A.

5 comentarios:

  1. La verdad, yo soy muy fan de The Beatles, pero mas que nada, de John Lennom, lo admiro muchisimo, y creo ser una de las pocas personas, que no piensa qe Yoko era una usurpadora.. Al contrario, tambien es mi mayor admiracion, enamorar al poeta John Lennon, ser su musa, es algo que no cualquiera podia, y tambien, admiro el grandioso y hermoso amor que se tenian ambos, creo, que John, sin Yoko, no hubiera podido ser lo que fue, el pudo haber seguido con la banda, pero seguiria solo en la vida, y ese vacio, no se llena con rock and roll y giras, se llena con amor, profundo amor, que te hace vibrar, que te hace vivir intensamente cada momento de tu vida, junto a esa persona, a la cual, le darias hasta tu vida.
    En mi opinion, Yoko fue lo mejor qe le pudo haber pasado a John.

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  2. Una pareja que se puede tomar como ejemplo para quienes dicen que el amor no existe.

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  3. Una pareja que se puede tomar como ejemplo; para quienes dicen que el amor no existe.

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a continuación expláyese y argumente con cierto grado de lucidez...